Descripción de un paisaje

La vista de aquel pueblo era preciosa desde mi barco: el cielo azul como una piscina, los árboles verdes como aceitunas... Lo que mi cerebro me hacía pensar es que estaba soñando. El agua del río limpia y cristalina. La iglesia estaba en el centro del pueblo, las casas alrededor pequeñas y bajas, los árboles duros y rígidos. El sonido de los pájaros y el cantar del viento, a lo lejos, me hacían recapacitar.

Lo que más me gustaba de este sitio era la poca contaminación que había, que todo el mundo iba caminando y esto se debía al bonito, largo y ancho camino que llevaba al lugareño por todo el pueblo. Las montañas a lo lejos eran bellos volcanes sin lava, el río era un mar sin olas. Lo que más me apetecía era describir el lugar con una poesía:

                       Verdes campos,

Casas bajas;

Verdes arroyos

Y montañas altas.

                       Lujoso lugar,

Hermoso y bello;

Lujoso andar

Con su bonito sello