El naranja aterdecer movía las nubes
la luz que se cuela por las cortinas acaricia tu cara,
te miro a los ojos y veo
una alegre canción de los ochenta.
Camino por la senda de los recuerdos,
el árblo planta sus semillas en medio de mi patio,
y agua marrón, cae del borde de mi tejado.
Los años pasan y tu sonrisa se borra,
tu cara se arruga tan deprisa como los segundos pasan.
Mi furia da electricidad a los enchufes,
la tinta sobre el papel expresa mis emociones.
La noche empieza y de ti me olvido
y me caigo por el precipicio de la sensatez.
bieeeeen!! mu chulo el texto!!
ResponderEliminargracias
ResponderEliminarMuy deslabazado, quizá, porque algunos versos tienen poca o ninguna relación entre sí... Pero hay algunas imágenes muy interesantes, María, y el tono es muy personal. Justo lo que tenías que lograr.
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